ANTONIO A. MONTEIRO (31/05/1907-29/10/80), por Edgardo Luis Fernández Stacco
Se cumplirán proximamente veinte años de la partida de don Antonio Monteiro. Creemos entonces que es apropiado el homenaje que la Unión Matemática Argentina le tributa en su Reunión Anual, junto al que brinda a dos destacados matemáticos argentinos, Orlando Villamayor y Alberto P. Calderón.
Su vida estuvo signada por el desarraigo, motivo por el cual emprendió, en donde estuvo, obras que lo trascendieran.
Nace en Angola, en donde su padre formaba parte del ejército colonial portugués. Realiza sus estudios secundarios en el Colegio Militar en Portugal. Estos dos hechos marcaron significativamente la vida de Monteiro.
Por una parte, su profunda vocación democrática, opuesta a toda opresión e intervencionismo militar, y por otra parte su solidaridad con la lucha de los pueblos por su independencia, principalmente de los africanos, ya que él se consideraba uno más de ellos.
Se graduó de Licenciado en Matemática en 1930 en Lisboa. Podría afirmarse que la matemática pura no era cultivada en Portugal, y por lo tanto las escuelas superiores se limitaban a preparar profesores para las escuelas secundarias o técnicas. Fue en esta atmósfera, enormemente agravada por la opresión de la dictadura y la guerra civil en España y la segunda guerra mundial, que Monteiro, sin poder participar en la enseñanza oficial, hace entrar un poco de aire fresco, impulsando decididamente la matemática en Portugal.
Se había graduado en París, en la Sorbonne, en 1936, con una tesis dirigida por Maurice Fréchet, bajo el título "Sobre la aditividad de los núcleos de Fredholm". Fundó la revista PORTUGALIAE MATHEMATICA en 1937 ya de regreso en su país, en donde publica su tesis, y con la cual comienza su magnífica carrera de fundador de revistas, gestor de notas de seminarios y cursos, formación de grupos de estudio y formación de discípulos.
En esos años desempeña sus tareas sin remuneración (1938-1943), y gana su vida dictando clases particulares y en un "servicio de inventariado de la bibliografía científica existente en Portugal". Estas dificultades no impidieron que creara el Seminario de Análisis General en Lisboa (1937) y en 1940 cofundara la SOCIEDAD PORTUGUESA DE MATEMATICA y la revista GAZETA MATEMATICA, destinada a los estudiantes universitarios.
Crea el CENTRO DE ESTUDIOS MATEMATICOS, como parte del Instituto para el área cultural.
Se reunía con sus amigos durante las tardes o las noches en los bares, para discutir la marcha de las revistas y para planificar la actividad matemática. En una atmósfera opresiva y policial como la salazarista, todas estas actividades eran sospechosas. Vendían la revista a los parroquianos para su financiamiento. El bar de sus reuniones llevaba el nombre de El Vermelhino (algo así como el rojillo), lo que en parte denunciaba la ideología de la mayoría de sus integrantes.
Continuamente impulsa a los becarios a publicar sus trabajos, muchos de los cuales se generan en el Seminario de Análisis General. También induce a los estudiantes a dirigirse a centros matemáticos de excelencia, ocupándose de aconsejarlos y ayudarlos a conseguir becas u otros medios de subsistencia. Mantuvo abundante correspondencia con Fréchet, antappié y Severi, quienes visitaron en distintas oportunidades el Centro.
En 1941 contribuye decisivamente a fundar el "Centro de Estudios Matemáticos de OPORTO".
En los Centros se realizan exposiciones sistemáticas de temas que interesaba divulgar. La clara visión de la urgencia del trabajo verdaderamente constructivo en Portugal, su incansable iniciativa y sobre todo su entusiasmo y determinación en la tarea eran perceptibles y contagiosos (H. Ribeiro).
Y continúa (H. Ribeiro): Fue a partir de estos seminarios, que llegaron las primeras publicaciones en canje. Hausdorff (1914) estudió los espacios métricos, Fréchet (1926) publicó Les espaces abstraits y Sierpinski (1928) dio a conocer su Introducción a la Topología General. En contraste con la explosión de hoy, la matemática se desarrollaba mas lentamente, y aprendíamos a conocer mejor nuestras deficiencias, nuestro aislamiento y lo paupérrimo de nuestras bibliotecas. En las discusiones de los seminarios, Monteiro proponía problemas, observábamos como intentaba resolverlos, intentábamos contribuir y poco a poco aprendíamos a avanzar por nuestros propios medios. Comenzábamos a preparar para la publicación los resultados (necesariamente elementales) de nuestro trabajo. Nunca conocí a alguien que, para nuestro nivel en ese momento, fuese tan eficiente en la promoción de los jóvenes.
Hasta aquí la referencia de unos de sus discípulos Hugo Ribeiro. Lo hemos citado ya que Monteiro mantuvo esta actitud generosa durante toda su vida.
Su actividad en Bahía Blanca fue un calco, como veremos, de la que acaba de sintetizar Ribeiro.
En 1943 es invitado para dictar la cátedra de Análisis General en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Brasil (hoy, Universidad Nacional de Río de Janeiro). Para este cargo fue recomendado por Albert Einstein, John von Neumann y Guido Beck. Antes de hacerse cargo, funda en Portugal la ¨Junta de Investigaciones Matemáticas", junto con Aureliano Mira Fernándes y Ruy Luiz Gomes, la cual inicia la publicación de los "Cahiers d’Analyse Générale".
Ruy Luís Gomes y Luís Neves Real, que fueron sus colegas, recuerdan que antes de partir hacia Brasil dejó en Oporto un mensaje notable, el que da una medida de la altura del pensamiento del hombre cuyo talento iban a aprovechar otras tierras y que la suya no supo aprovechar. En una entrevista radiofónica, decía Monteiro: "Ser investigador es un deber de todo ciudadano consciente de sus responsabilidades para con la sociedad, porque ser investigador es adoptar una actitud crítica, frente a la vida y al conocimiento, para arribar a nuevas conclusiones.
Pero es claro que para investigar, en ciertos capítulos de la ciencia, es necesaria una preparación especial, un largo entrenamiento, una escuela.
Las universidades tienen en este aspecto, un papel importante a desempeñar, más para eso es necesario que la enseñanza no se base exclusivamente en la transmisión de los conocimientos, esto es, que no sea solamente una enseñanza erudita, y por lo tanto estéril e infecunda.
Existen, en realidad, investigadores sin cualidades para la enseñanza, pero ningún profesor podrá iluminar sus lecciones con colores vivos, si no ha vivido los problemas que trata, si no ha investigado en la disciplina que profesa. Se hace imprescindible coordinar la actividad de las Universidades y de los Institutos de Investigación con el objeto de aumentar el rendimiento de la producción científica y facilitar la formación de cuadros de investigadores. Para desarrollar y actualizar la cultura matemática portuguesa, en condiciones que garanticen la continuidad y eficiencia de la obra a realizar, es necesario subordinar esa tarea en un marco trazado con amplias perspectivas.
Los matemáticos portugueses conscientes de sus responsabilidades para con el país y su cultura, deben unirse para la realización de misiones que el deber les impone.
El 4 de octubre de 1943, un grupo de investigadores portugueses fundaron la Junta de Investigaciones Matemáticas, y definieron sus principales objetivos en los siguientes términos:
Promover el desarrollo de la investigación matemática;
Realizar los trabajos de investigación necesarios para la Economía de la Nación, y el desarrollo de las otras ciencias;
Sistematizar y coordinar la preparación de los matemáticos portugueses;
Vincular el movimiento matemático portugués con el de otros países y, en especial, con el de los países ibero-americanos.;
Despertar en la juventud estudiosa portuguesa el entusiasmo por la investigación matemática y la fe en su capacidad creadora;
Los actuales investigadores invitarán a todas las personas interesadas a ingresar en esta asociación.
Crear las bases fundamentales para el perfeccionamiento y actualización de nuestra cultura matemática es una tarea gigantesca que solo puede ser realizada por voluntades disciplinadas que sepan subordinar el interés individual al interés colectivo.
Cuando los matemáticos portugueses, sin que se lo solicitaran, sin que fueran presionados, mas animados por un gran deseo de servir a la Nación, fundaron la Junta de Investigación Matemática, le decían al país: para cumplir con nuestros deberes, estamos presentes!"
Esta transcripción de algunas de sus memorables palabras, es la forma más elocuente de evocar todo el espíritu de la lección que Antonio Monteiro dejó en esos momentos a sus colegas y discípulos de la Universidad de Oporto, del entusiasmo que lo animaba, de la amplitud de sus concepciones y de la actualidad que conserva, después de 57 años, este verdadero manifiesto!
LA INFLUENCIA DE ANTONIO MONTEIRO EN EL DESARROLLO DE LA MATEMATICA EN BRASIL.
Monteiro llegó al Brasil en 1945, para trabajar en Río, en la Facultad de Filosofía. Leopoldo Nachbin, otro de sus destacados discípulos, nos dice:
"En esos tiempos, la Facultad era el principal centro matemático de Río, que había iniciado sus actividades en 1939. Monteiro ciertamente mantuvo y acrecentó el nivel matemático y sus actividades. Por entonces, el principal centro matemático de Brasil se encontraba en San Pablo, que había comenzado sus actividades en 1934."
Y continúa: "Aunque yo lo observo hoy en día a Monteiro como un lógico-matemático, de sangre y corazón, era un analista también de sangre y corazón cuando llegó a Brasil. Así, sus cursos principales y seminarios, estaban dirigidos hacia la Topología General, los Espacios de Hilbert, el Análisis Funcional, y también los Conjuntos Ordenados, los Reticulados y las Algebras de Boole. Para mí fueron reveladoras las clases de Monteiro, explicando en detalle el teorema de representación de Stone de un álgebra de Boole a través de los subconjuntos abiertos y cerrados de un espacio de Hausdorff compacto totalmente disconexo, algo entre el álgebra y la topología general, lo que en esos tiempos era bastante inesperado, aparte de su intrínsica belleza. Si menciono esto explícitamente es porque una de las principales actitudes hacia la matemática de Monteiro era la de enfatizar, en su enseñanza e investigación, la unidad de la Matemática".
Durante la permanencia en Río, Monteiro tuvo estrechos contactos con André Weil, invitado a San Pablo entre el 45 y el 47, Oscar Zariski, durante el año académico de 1945 y Jean Dieudonné, quien estuvo dos años, 1946 y 1947.
Con Dieudonné había trabado relación en París, asistiendo a los inicios del después famoso grupo Bourbaki. Monteiro inició en 1948 la publicación de una serie de Monografías, bajo el nombre de NOTAS DE MATEMATICA. El primer trabajo publicado fue precisamente uno de Leopoldo Nachbin. Durante 25 años, desde 1948 hasta 1972, los volúmenes 1 al 47 fueron publicados en Río de Janeiro. Desde 1973, con el volumen 48, se inicia la publicación en Holanda, por la Editorial North Holland, y como resultado de ello la reputación de la serie creció considerablemente.
Leopoldo Nachbin, lo recuerda así: "Monteiro fue una persona sumamente dinámica y un maestro insuperable en el pizarrón. Tenía gran paciencia y deseos de ayudar a los estudiantes, tanto a los mejores calificados, como a aquellos no tan promisorios pero interesados en la matemática. Le debo varios de mis principales logros, en mi entrenamiento y en mi carrera, teniendo a Monteiro como tutor. No voy a dar detalles aquí; es suficiente que exprese globalmente mi gratitud a Monteiro, por su influencia cuando era joven y sin experiencia, tanto desde el punto de vista matemático, como desde el punto de vista sicológico y político. Monteiro siempre me prestó un gran servicio, protección e iniciativa. Nuestra amistad no fue afectada por las adversidades de la vida".
Monteiro llegó a Río con un contrato por cuatro años. Sin embargo, en virtud de su oposición abierta a la dictadura de Salazar en Portugal, la Embajada de Portugal en Río de Janeiro, por entonces la capital del Brasil, influyó para que el Rector de la Universidad no le renovara el contrato en 1949.
Como consecuencia de ello, Monteiro y su familia debieron partir una vez más, esta vez a la Argentina.
EL DR. ANTONIO MONTEIRO EN LA ARGENTINA.
Llega a la Argentina en 1950, contratado por la Universidad Nacional del Cuyo. Su primer destino fue la Facultad de Ingeniería de San Juan, por recomendación de don Julio Rey Pastor. Produce entonces los primeros cambios en la enseñanza de la Matemática, enfocándola desde un punto de vista moderno, tarea que había comenzado Pedro Pi Calleja.
Fue fundamental en esta etapa la acción del Dr. Juan Nissen que mantuvo con Monteiro una estrecha relación. De allí surgió un grupo de matemáticos que luego fueron claros exponentes de la matemática en la Argentina: Antonio Diego, Orlando Villamayor, Carlos Loiseau, María Bruschi, entre otros, que fueron en mayor o menor medida discípulos de Monteiro.
Su espíritu creador, ya destacado, lo llevan a buscar nuevamente medios que permitieran el desarrollo de la Matemática, dando el apoyo necesario y sus sabios consejos. Se crea el 1951 bajo su impulso y el decidido apoyo del entonces Rector Dr. Irineo Fernando Cruz, el "Departamento de Investigaciones Científicas" (DIC) y dentro de él, el Instituto de Matemática, bajo la dirección de Mischa Cotlar. Fue quizá el centro matemático más importante del país en ese momento. Se reunieron allí, además de Monteiro y Cotlar, Eduardo Zarantonello, Dietrich Volker, Rodolfo Ricabarra, Gregorio Klimovsky, Jorge Bosch, Orlando Villamayor, Fausto Toranzos y Oscar Varsavsky entre otros más jóvenes.
La comunidad Matemática le debe sin duda al Dr. Irineo Cruz un homenaje. Monteiro lo recordaba siempre como un hombre progresista.
Desgraciadamente el DIC fue cerrado por razones políticas en 1956, despues del golpe de estado que derrocó a Juan Domingo Perón.
En 1954 se realiza en Villavicencio (Mendoza) el "Segundo Simposio Latinoamericano de Matemática", organizado por la UNESCO. En él presentan trabajos fundamentales Mischa Cotlar, Alberto P. Calderón, Leopoldo Nachbin.
La contribución de Monteiro fue el trabajo "L'Arithmétique des Filtres et les Espaces Topologiques". Al resumir la reunión, Rey Pastor dijo sobre el trabajo de Monteiro: "La ponencia de nuestro querido Monteiro, gran iniciador de la investigación matemática y recatado motor del DIC, es fruto de varios años de trabajo. Puesto que los espacios topológicos generalizan la recta, es decir, el campo real, ocurre preguntar por los entes que en todo espacio topológico generalizan los números enteros investigando sus propiedades aritméticas, es decir, aquellas relaciones entre números naturales que subsisten entre los filtros de un espacio topológico, especialmente de los compactos, preponderantes en la moderna topología a partir de Fréchet. Esta nueva aritmética nos depara interesantes novedades, tal por ejemplo ésta: Condición necesaria y suficiente para que un reticulado (lattice) sea normal, es que cada filtro irreducible sea divisible por un solo ultrafiltro. No cabe desarrollar en pocos minutos el rico caudal de ideas nuevas que nos ofrece esta ponencia; pero debo aludir siquiera a las aportadas por Nachbin, aquí presente, a este campo de investigaciones aritmético-topológicas. En 1955 es coeditor de la "Revista Matemática Cuyana", junto con Cotlar y Zarantonello.
MONTEIRO EN BAHIA BLANCA.
El 6 de Enero de 1956 es creada la Universidad Nacional del Sur, sobre la base del Instituto Tecnológico del Sur. Es invitado por el Profesor Vicente Fatone, primer Rector organizador, a incorporarse a la Universidad para desarrollar tareas de investigación en el Instituto de Matemática y junto con Oscar Varsavsky a diseñar la Licenciatura en Matemática de reciente creación. Dicta el curso de Algebra II, que puede ser considerado como el primer curso serio y moderno de Matemática dado en estas latitudes.
También se incorpora Antonio Diego como profesor y es contratado Rodolfo Ricabarra, sin obligaciones docentes, para terminar de redactar el libro Conjuntos Ordenados y Ramificados, cuya publicación dio origen a la colección Monografías de Matemática. Cabe acotar que esta publicación pionera, obligó a la Imprenta López, de Buenos Aires, a fabricar algunos tipos de los necesarios para la impresión, desconocidos por ese entonces.
Una de sus principales preocupaciones fue la creación de una biblioteca para el Instituto. Este comenzó a funcionar en dos habitaciones facilitadas por el Director del Instituto de Edafología, Dr. Rapoport, gran amigo de Monteiro. Un pizarrón, quince bancos, dos mesas y dos anaqueles metálicos completamente vacíos era el mobiliario. Recuerdo que estando en 1958 cursando Espacios Métricos y Topológicos, llegó durante la clase un camión con el primer envío de libros y revistas.
La clase fue suspendida, y tuvimos por primera vez contacto con revistas de matemática. Entre ellas estaba el Rendiconti del Circolo Matematico di Palermo, desde el tomo I, y en donde aparece uno de los trabajos de Fréchet (Sur quelques points du Calcul Fonctionnel, Vol. XXII, (1906), 1-74).
La Biblioteca del Instituto de Matemática, que hoy lleva merecidamente su nombre, es actualmente una de las mejores de Latinoamérica. Pese a las dificultades económicas por la que atraviesan las universidades y centros de investigación, se ha podido mantener mediante el canje de publicaciones.
Este fue también un aporte original de Monteiro al desarrollo matemático.
La creación de las Monografías de Matemática, las Notas de Algebra y Análisis y las Notas de Lógica Matemática tenían un doble propósito. El primero era la de dar a conocer rápidamente la producción original del lugar, así como cursos y seminarios avanzados. El segundo, y no menos importante el establecer el canje de publicaciones. Actualmente se tiene canje regular con unas cuatrocientas instituciones y se reciben unos 250 títulos de revistas en canje, algunas de ellas de primer nivel.
Entre 1957 y 1964 dirige el Instituto por varios períodos, todos ellos breves. Otra de las características de Monteiro fue la de no ocupar cargos directivos, que le correspondían por jerarquía. Trataba de orientar sus energías en cuestiones generalmente más útiles, como la organización, la investigación y la dirección de sus discípulos.
Invita al Instituto a destacados matemáticos de ese momento. Los primeros en llegar fueron dos profesores de la escuela polaca de lógica: Helena Rasiowa y Roman Sikorski, en 1958. Makoto Itoh y Paulo Ribenboin en 1959, Georges Alexits (Budapest), Jean Porte, Federico Gaeta y Orlando Villamayor en 1960 y Mischa Cotlar y Kiyoshi Iseki, en 1963.
Trató también de impulsar los estudios en Ciencias de la Computación.
Mantuvo para ello estrechos contactos con el Departamento de Ingeniería Eléctrica, que en esos momentos estaba tratando de desarrollar un computador digital. Para ello se contrató a Ernesto García Camarero, español, que había sido alumno de Rey Pastor y una figura destacada en lenguajes de computación. Viajaba desde Buenos Aires, donde también dictaba cursos. Estableció contactos con la Embajada Francesa, y durante varios años llegaron a Bahía Blanca jóvenes de la Cooperación Francesa quienes guiaron los primeros pasos de los interesados en la computación.
En 1968 Monteiro participa del Congreso Panamericano de Matemática, realizado en Buenso Aires, donde presenta un trabajo sobre generadores de reticulados distributivos, que fue elogiado por Garret Birkhoff, presente en el Congreso.
En 1969 con licencia sabática viaja a Europa después de 25 años de ausencia. Visita numerosos centros matemáticos europeos donde es invitado a dictar conferencias. Se encuentra con el profesor G. Moisil en Rumania.
De su visita a Inglaterra, Eduardo Ortiz comenta que en sus caminatas por la casi totalidad de los parques londinenses, haciendo algo que disfrutaba mucho; caminar y conversar, discutían a grandes trazos las situación argentina. Pese, dice Ortiz, a su natural optimismo y a su determinación para el trabajo en lo que creía, pensaba que estaba nadando contra la corriente. Coincidiamos que Argentina estaba perdiendo la posición expectante que habían conseguido con tanto esfuerzo diversas generaciones de científicos argentinos.
A su regreso se acoge a la jubilación. Esto de ninguna manera disminuye su enérgica actividad y entusiasmo contagioso. Es nombrado PROFESOR EMERITO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR, distinción no alcanzada hasta el día de hoy por ningún otro docente o investigador de la Universidad.
En marzo de 1975, invocando la legislación antiterrorrista, uno de los interventores pasajeros de la universidad le prohibió la entrada a la misma. El impacto de esta acción fue extraordinario, comenta E. Ortiz. Y agrega: "todos los que lo conocimos estábamos al tanto de su oposición, durante toda su vida, al régimen de Salazar en Portugal, lo que le valió, al igual que a muchos otros compatriotas el exilio. Esta oposición estaba basada en un profundo sentido de justicia y altos estándares morales, lo que lo condujo a compartir durante toda su vida puntos de vista socialistas. No fue un hombre político, pero su alto sentido del honor le impidió siempre su complacencia con el poder. Es difícil comprender como un país que ha recibido tanto de un científico, pueda comportarse de esta forma irresponsable".
Muchos destacados matemáticos salieron en defensa de Monteiro, entre ellos Alberto P. Calderón quien logra el apoyo del Instituto Argentino de Matemática por un corto período. Luego pasó momentos ecónomicos difíciles.
En 1977, invitado por el Instituto Nacional de Investigación Científica de Lisboa, visita por segunda vez Portugal. Ocupa un puesto de Investigador creado especialmente para él, a solicitud de un gran número de profesores de Lisboa, Coimbra y Oporto. En el Centro de Matemática y Aplicaciones Fundamentales de la Universidad de Lisboa, abrió una linea de investigación en Algebra de la Lógica y efectuó una serie de exposiciones sobre sus últimos trabajos. Durante los dos años que duró su estadía su actividad fue muy fecunda, no sólo por el desarrollo de sus propias investigaciones, sino también por la orientación dada a jóvenes matemáticos que se iniciaron en su especialidad y cuyas tesis coronaron este trabajo. También dictó conferencias en la Universidad de Oporto.
En 1978 redactó una memoria "Sobre las Algebras de Heyting Simétricas", que reunía los resultados de sus investigaciones, y la que le valió el premio Gulbenkian de Ciencia y Tecnología de ese año. Fue publicada en Portugaliae Math. Vol. 39, (1980), 1-237.
De regreso a Bahía Blanca, falleció el 29 de octubre de 1980.
Bibliografía:
1) Actas del Primer Congreso de Matemática "Dr. Antonio Monteiro", Bahía Blanca, 1991.
2) Brignole, D., Prof. Dr. Antonio Aniceto Ribeiro Monteiro, Revista de la Unión Matemática Argentina 30 (1981), 65-67.
3) Cignoli, R., Antonio Monteiro, 1907-1980. Revista Colombiana de Matemática, 19 (1985), 1-8.
4) Ribeiro, H., Actuacion de Antonio Aniceto Monteiro en Lisboa entre 1939 y 1942. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, V-VII.
5) Gomes, R. L., Neves Real, L., Antonio Aniceto Monteiro E.O.C.E.M. de Oporto (1941/1944). Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, IX-XIV.
6) Nachbin, L., The influence of Antonio A. Ribeiro Monteiro in the development of Mathematics in Brazil. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XV-XVII.
7) Ortiz, E. L., Professor Antonio Monteiro and contemporary mathematics in Argentina. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XIX-XXXII.
8) Pereira Gomes, A., El regreso de Antonio Monteiro a Portugal de 1977 a 1979. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XXXIII-XXXVIII.
Su vida estuvo signada por el desarraigo, motivo por el cual emprendió, en donde estuvo, obras que lo trascendieran.
Nace en Angola, en donde su padre formaba parte del ejército colonial portugués. Realiza sus estudios secundarios en el Colegio Militar en Portugal. Estos dos hechos marcaron significativamente la vida de Monteiro.
Por una parte, su profunda vocación democrática, opuesta a toda opresión e intervencionismo militar, y por otra parte su solidaridad con la lucha de los pueblos por su independencia, principalmente de los africanos, ya que él se consideraba uno más de ellos.
Se graduó de Licenciado en Matemática en 1930 en Lisboa. Podría afirmarse que la matemática pura no era cultivada en Portugal, y por lo tanto las escuelas superiores se limitaban a preparar profesores para las escuelas secundarias o técnicas. Fue en esta atmósfera, enormemente agravada por la opresión de la dictadura y la guerra civil en España y la segunda guerra mundial, que Monteiro, sin poder participar en la enseñanza oficial, hace entrar un poco de aire fresco, impulsando decididamente la matemática en Portugal.
Se había graduado en París, en la Sorbonne, en 1936, con una tesis dirigida por Maurice Fréchet, bajo el título "Sobre la aditividad de los núcleos de Fredholm". Fundó la revista PORTUGALIAE MATHEMATICA en 1937 ya de regreso en su país, en donde publica su tesis, y con la cual comienza su magnífica carrera de fundador de revistas, gestor de notas de seminarios y cursos, formación de grupos de estudio y formación de discípulos.
En esos años desempeña sus tareas sin remuneración (1938-1943), y gana su vida dictando clases particulares y en un "servicio de inventariado de la bibliografía científica existente en Portugal". Estas dificultades no impidieron que creara el Seminario de Análisis General en Lisboa (1937) y en 1940 cofundara la SOCIEDAD PORTUGUESA DE MATEMATICA y la revista GAZETA MATEMATICA, destinada a los estudiantes universitarios.
Crea el CENTRO DE ESTUDIOS MATEMATICOS, como parte del Instituto para el área cultural.
Se reunía con sus amigos durante las tardes o las noches en los bares, para discutir la marcha de las revistas y para planificar la actividad matemática. En una atmósfera opresiva y policial como la salazarista, todas estas actividades eran sospechosas. Vendían la revista a los parroquianos para su financiamiento. El bar de sus reuniones llevaba el nombre de El Vermelhino (algo así como el rojillo), lo que en parte denunciaba la ideología de la mayoría de sus integrantes.
Continuamente impulsa a los becarios a publicar sus trabajos, muchos de los cuales se generan en el Seminario de Análisis General. También induce a los estudiantes a dirigirse a centros matemáticos de excelencia, ocupándose de aconsejarlos y ayudarlos a conseguir becas u otros medios de subsistencia. Mantuvo abundante correspondencia con Fréchet, antappié y Severi, quienes visitaron en distintas oportunidades el Centro.
En 1941 contribuye decisivamente a fundar el "Centro de Estudios Matemáticos de OPORTO".
En los Centros se realizan exposiciones sistemáticas de temas que interesaba divulgar. La clara visión de la urgencia del trabajo verdaderamente constructivo en Portugal, su incansable iniciativa y sobre todo su entusiasmo y determinación en la tarea eran perceptibles y contagiosos (H. Ribeiro).
Y continúa (H. Ribeiro): Fue a partir de estos seminarios, que llegaron las primeras publicaciones en canje. Hausdorff (1914) estudió los espacios métricos, Fréchet (1926) publicó Les espaces abstraits y Sierpinski (1928) dio a conocer su Introducción a la Topología General. En contraste con la explosión de hoy, la matemática se desarrollaba mas lentamente, y aprendíamos a conocer mejor nuestras deficiencias, nuestro aislamiento y lo paupérrimo de nuestras bibliotecas. En las discusiones de los seminarios, Monteiro proponía problemas, observábamos como intentaba resolverlos, intentábamos contribuir y poco a poco aprendíamos a avanzar por nuestros propios medios. Comenzábamos a preparar para la publicación los resultados (necesariamente elementales) de nuestro trabajo. Nunca conocí a alguien que, para nuestro nivel en ese momento, fuese tan eficiente en la promoción de los jóvenes.
Hasta aquí la referencia de unos de sus discípulos Hugo Ribeiro. Lo hemos citado ya que Monteiro mantuvo esta actitud generosa durante toda su vida.
Su actividad en Bahía Blanca fue un calco, como veremos, de la que acaba de sintetizar Ribeiro.
En 1943 es invitado para dictar la cátedra de Análisis General en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Brasil (hoy, Universidad Nacional de Río de Janeiro). Para este cargo fue recomendado por Albert Einstein, John von Neumann y Guido Beck. Antes de hacerse cargo, funda en Portugal la ¨Junta de Investigaciones Matemáticas", junto con Aureliano Mira Fernándes y Ruy Luiz Gomes, la cual inicia la publicación de los "Cahiers d’Analyse Générale".
Ruy Luís Gomes y Luís Neves Real, que fueron sus colegas, recuerdan que antes de partir hacia Brasil dejó en Oporto un mensaje notable, el que da una medida de la altura del pensamiento del hombre cuyo talento iban a aprovechar otras tierras y que la suya no supo aprovechar. En una entrevista radiofónica, decía Monteiro: "Ser investigador es un deber de todo ciudadano consciente de sus responsabilidades para con la sociedad, porque ser investigador es adoptar una actitud crítica, frente a la vida y al conocimiento, para arribar a nuevas conclusiones.
Pero es claro que para investigar, en ciertos capítulos de la ciencia, es necesaria una preparación especial, un largo entrenamiento, una escuela.
Las universidades tienen en este aspecto, un papel importante a desempeñar, más para eso es necesario que la enseñanza no se base exclusivamente en la transmisión de los conocimientos, esto es, que no sea solamente una enseñanza erudita, y por lo tanto estéril e infecunda.
Existen, en realidad, investigadores sin cualidades para la enseñanza, pero ningún profesor podrá iluminar sus lecciones con colores vivos, si no ha vivido los problemas que trata, si no ha investigado en la disciplina que profesa. Se hace imprescindible coordinar la actividad de las Universidades y de los Institutos de Investigación con el objeto de aumentar el rendimiento de la producción científica y facilitar la formación de cuadros de investigadores. Para desarrollar y actualizar la cultura matemática portuguesa, en condiciones que garanticen la continuidad y eficiencia de la obra a realizar, es necesario subordinar esa tarea en un marco trazado con amplias perspectivas.
Los matemáticos portugueses conscientes de sus responsabilidades para con el país y su cultura, deben unirse para la realización de misiones que el deber les impone.
El 4 de octubre de 1943, un grupo de investigadores portugueses fundaron la Junta de Investigaciones Matemáticas, y definieron sus principales objetivos en los siguientes términos:
Promover el desarrollo de la investigación matemática;
Realizar los trabajos de investigación necesarios para la Economía de la Nación, y el desarrollo de las otras ciencias;
Sistematizar y coordinar la preparación de los matemáticos portugueses;
Vincular el movimiento matemático portugués con el de otros países y, en especial, con el de los países ibero-americanos.;
Despertar en la juventud estudiosa portuguesa el entusiasmo por la investigación matemática y la fe en su capacidad creadora;
Los actuales investigadores invitarán a todas las personas interesadas a ingresar en esta asociación.
Crear las bases fundamentales para el perfeccionamiento y actualización de nuestra cultura matemática es una tarea gigantesca que solo puede ser realizada por voluntades disciplinadas que sepan subordinar el interés individual al interés colectivo.
Cuando los matemáticos portugueses, sin que se lo solicitaran, sin que fueran presionados, mas animados por un gran deseo de servir a la Nación, fundaron la Junta de Investigación Matemática, le decían al país: para cumplir con nuestros deberes, estamos presentes!"
Esta transcripción de algunas de sus memorables palabras, es la forma más elocuente de evocar todo el espíritu de la lección que Antonio Monteiro dejó en esos momentos a sus colegas y discípulos de la Universidad de Oporto, del entusiasmo que lo animaba, de la amplitud de sus concepciones y de la actualidad que conserva, después de 57 años, este verdadero manifiesto!
LA INFLUENCIA DE ANTONIO MONTEIRO EN EL DESARROLLO DE LA MATEMATICA EN BRASIL.
Monteiro llegó al Brasil en 1945, para trabajar en Río, en la Facultad de Filosofía. Leopoldo Nachbin, otro de sus destacados discípulos, nos dice:
"En esos tiempos, la Facultad era el principal centro matemático de Río, que había iniciado sus actividades en 1939. Monteiro ciertamente mantuvo y acrecentó el nivel matemático y sus actividades. Por entonces, el principal centro matemático de Brasil se encontraba en San Pablo, que había comenzado sus actividades en 1934."
Y continúa: "Aunque yo lo observo hoy en día a Monteiro como un lógico-matemático, de sangre y corazón, era un analista también de sangre y corazón cuando llegó a Brasil. Así, sus cursos principales y seminarios, estaban dirigidos hacia la Topología General, los Espacios de Hilbert, el Análisis Funcional, y también los Conjuntos Ordenados, los Reticulados y las Algebras de Boole. Para mí fueron reveladoras las clases de Monteiro, explicando en detalle el teorema de representación de Stone de un álgebra de Boole a través de los subconjuntos abiertos y cerrados de un espacio de Hausdorff compacto totalmente disconexo, algo entre el álgebra y la topología general, lo que en esos tiempos era bastante inesperado, aparte de su intrínsica belleza. Si menciono esto explícitamente es porque una de las principales actitudes hacia la matemática de Monteiro era la de enfatizar, en su enseñanza e investigación, la unidad de la Matemática".
Durante la permanencia en Río, Monteiro tuvo estrechos contactos con André Weil, invitado a San Pablo entre el 45 y el 47, Oscar Zariski, durante el año académico de 1945 y Jean Dieudonné, quien estuvo dos años, 1946 y 1947.
Con Dieudonné había trabado relación en París, asistiendo a los inicios del después famoso grupo Bourbaki. Monteiro inició en 1948 la publicación de una serie de Monografías, bajo el nombre de NOTAS DE MATEMATICA. El primer trabajo publicado fue precisamente uno de Leopoldo Nachbin. Durante 25 años, desde 1948 hasta 1972, los volúmenes 1 al 47 fueron publicados en Río de Janeiro. Desde 1973, con el volumen 48, se inicia la publicación en Holanda, por la Editorial North Holland, y como resultado de ello la reputación de la serie creció considerablemente.
Leopoldo Nachbin, lo recuerda así: "Monteiro fue una persona sumamente dinámica y un maestro insuperable en el pizarrón. Tenía gran paciencia y deseos de ayudar a los estudiantes, tanto a los mejores calificados, como a aquellos no tan promisorios pero interesados en la matemática. Le debo varios de mis principales logros, en mi entrenamiento y en mi carrera, teniendo a Monteiro como tutor. No voy a dar detalles aquí; es suficiente que exprese globalmente mi gratitud a Monteiro, por su influencia cuando era joven y sin experiencia, tanto desde el punto de vista matemático, como desde el punto de vista sicológico y político. Monteiro siempre me prestó un gran servicio, protección e iniciativa. Nuestra amistad no fue afectada por las adversidades de la vida".
Monteiro llegó a Río con un contrato por cuatro años. Sin embargo, en virtud de su oposición abierta a la dictadura de Salazar en Portugal, la Embajada de Portugal en Río de Janeiro, por entonces la capital del Brasil, influyó para que el Rector de la Universidad no le renovara el contrato en 1949.
Como consecuencia de ello, Monteiro y su familia debieron partir una vez más, esta vez a la Argentina.
EL DR. ANTONIO MONTEIRO EN LA ARGENTINA.
Llega a la Argentina en 1950, contratado por la Universidad Nacional del Cuyo. Su primer destino fue la Facultad de Ingeniería de San Juan, por recomendación de don Julio Rey Pastor. Produce entonces los primeros cambios en la enseñanza de la Matemática, enfocándola desde un punto de vista moderno, tarea que había comenzado Pedro Pi Calleja.
Fue fundamental en esta etapa la acción del Dr. Juan Nissen que mantuvo con Monteiro una estrecha relación. De allí surgió un grupo de matemáticos que luego fueron claros exponentes de la matemática en la Argentina: Antonio Diego, Orlando Villamayor, Carlos Loiseau, María Bruschi, entre otros, que fueron en mayor o menor medida discípulos de Monteiro.
Su espíritu creador, ya destacado, lo llevan a buscar nuevamente medios que permitieran el desarrollo de la Matemática, dando el apoyo necesario y sus sabios consejos. Se crea el 1951 bajo su impulso y el decidido apoyo del entonces Rector Dr. Irineo Fernando Cruz, el "Departamento de Investigaciones Científicas" (DIC) y dentro de él, el Instituto de Matemática, bajo la dirección de Mischa Cotlar. Fue quizá el centro matemático más importante del país en ese momento. Se reunieron allí, además de Monteiro y Cotlar, Eduardo Zarantonello, Dietrich Volker, Rodolfo Ricabarra, Gregorio Klimovsky, Jorge Bosch, Orlando Villamayor, Fausto Toranzos y Oscar Varsavsky entre otros más jóvenes.
La comunidad Matemática le debe sin duda al Dr. Irineo Cruz un homenaje. Monteiro lo recordaba siempre como un hombre progresista.
Desgraciadamente el DIC fue cerrado por razones políticas en 1956, despues del golpe de estado que derrocó a Juan Domingo Perón.
En 1954 se realiza en Villavicencio (Mendoza) el "Segundo Simposio Latinoamericano de Matemática", organizado por la UNESCO. En él presentan trabajos fundamentales Mischa Cotlar, Alberto P. Calderón, Leopoldo Nachbin.
La contribución de Monteiro fue el trabajo "L'Arithmétique des Filtres et les Espaces Topologiques". Al resumir la reunión, Rey Pastor dijo sobre el trabajo de Monteiro: "La ponencia de nuestro querido Monteiro, gran iniciador de la investigación matemática y recatado motor del DIC, es fruto de varios años de trabajo. Puesto que los espacios topológicos generalizan la recta, es decir, el campo real, ocurre preguntar por los entes que en todo espacio topológico generalizan los números enteros investigando sus propiedades aritméticas, es decir, aquellas relaciones entre números naturales que subsisten entre los filtros de un espacio topológico, especialmente de los compactos, preponderantes en la moderna topología a partir de Fréchet. Esta nueva aritmética nos depara interesantes novedades, tal por ejemplo ésta: Condición necesaria y suficiente para que un reticulado (lattice) sea normal, es que cada filtro irreducible sea divisible por un solo ultrafiltro. No cabe desarrollar en pocos minutos el rico caudal de ideas nuevas que nos ofrece esta ponencia; pero debo aludir siquiera a las aportadas por Nachbin, aquí presente, a este campo de investigaciones aritmético-topológicas. En 1955 es coeditor de la "Revista Matemática Cuyana", junto con Cotlar y Zarantonello.
MONTEIRO EN BAHIA BLANCA.
El 6 de Enero de 1956 es creada la Universidad Nacional del Sur, sobre la base del Instituto Tecnológico del Sur. Es invitado por el Profesor Vicente Fatone, primer Rector organizador, a incorporarse a la Universidad para desarrollar tareas de investigación en el Instituto de Matemática y junto con Oscar Varsavsky a diseñar la Licenciatura en Matemática de reciente creación. Dicta el curso de Algebra II, que puede ser considerado como el primer curso serio y moderno de Matemática dado en estas latitudes.
También se incorpora Antonio Diego como profesor y es contratado Rodolfo Ricabarra, sin obligaciones docentes, para terminar de redactar el libro Conjuntos Ordenados y Ramificados, cuya publicación dio origen a la colección Monografías de Matemática. Cabe acotar que esta publicación pionera, obligó a la Imprenta López, de Buenos Aires, a fabricar algunos tipos de los necesarios para la impresión, desconocidos por ese entonces.
Una de sus principales preocupaciones fue la creación de una biblioteca para el Instituto. Este comenzó a funcionar en dos habitaciones facilitadas por el Director del Instituto de Edafología, Dr. Rapoport, gran amigo de Monteiro. Un pizarrón, quince bancos, dos mesas y dos anaqueles metálicos completamente vacíos era el mobiliario. Recuerdo que estando en 1958 cursando Espacios Métricos y Topológicos, llegó durante la clase un camión con el primer envío de libros y revistas.
La clase fue suspendida, y tuvimos por primera vez contacto con revistas de matemática. Entre ellas estaba el Rendiconti del Circolo Matematico di Palermo, desde el tomo I, y en donde aparece uno de los trabajos de Fréchet (Sur quelques points du Calcul Fonctionnel, Vol. XXII, (1906), 1-74).
La Biblioteca del Instituto de Matemática, que hoy lleva merecidamente su nombre, es actualmente una de las mejores de Latinoamérica. Pese a las dificultades económicas por la que atraviesan las universidades y centros de investigación, se ha podido mantener mediante el canje de publicaciones.
Este fue también un aporte original de Monteiro al desarrollo matemático.
La creación de las Monografías de Matemática, las Notas de Algebra y Análisis y las Notas de Lógica Matemática tenían un doble propósito. El primero era la de dar a conocer rápidamente la producción original del lugar, así como cursos y seminarios avanzados. El segundo, y no menos importante el establecer el canje de publicaciones. Actualmente se tiene canje regular con unas cuatrocientas instituciones y se reciben unos 250 títulos de revistas en canje, algunas de ellas de primer nivel.
Entre 1957 y 1964 dirige el Instituto por varios períodos, todos ellos breves. Otra de las características de Monteiro fue la de no ocupar cargos directivos, que le correspondían por jerarquía. Trataba de orientar sus energías en cuestiones generalmente más útiles, como la organización, la investigación y la dirección de sus discípulos.
Invita al Instituto a destacados matemáticos de ese momento. Los primeros en llegar fueron dos profesores de la escuela polaca de lógica: Helena Rasiowa y Roman Sikorski, en 1958. Makoto Itoh y Paulo Ribenboin en 1959, Georges Alexits (Budapest), Jean Porte, Federico Gaeta y Orlando Villamayor en 1960 y Mischa Cotlar y Kiyoshi Iseki, en 1963.
Trató también de impulsar los estudios en Ciencias de la Computación.
Mantuvo para ello estrechos contactos con el Departamento de Ingeniería Eléctrica, que en esos momentos estaba tratando de desarrollar un computador digital. Para ello se contrató a Ernesto García Camarero, español, que había sido alumno de Rey Pastor y una figura destacada en lenguajes de computación. Viajaba desde Buenos Aires, donde también dictaba cursos. Estableció contactos con la Embajada Francesa, y durante varios años llegaron a Bahía Blanca jóvenes de la Cooperación Francesa quienes guiaron los primeros pasos de los interesados en la computación.
En 1968 Monteiro participa del Congreso Panamericano de Matemática, realizado en Buenso Aires, donde presenta un trabajo sobre generadores de reticulados distributivos, que fue elogiado por Garret Birkhoff, presente en el Congreso.
En 1969 con licencia sabática viaja a Europa después de 25 años de ausencia. Visita numerosos centros matemáticos europeos donde es invitado a dictar conferencias. Se encuentra con el profesor G. Moisil en Rumania.
De su visita a Inglaterra, Eduardo Ortiz comenta que en sus caminatas por la casi totalidad de los parques londinenses, haciendo algo que disfrutaba mucho; caminar y conversar, discutían a grandes trazos las situación argentina. Pese, dice Ortiz, a su natural optimismo y a su determinación para el trabajo en lo que creía, pensaba que estaba nadando contra la corriente. Coincidiamos que Argentina estaba perdiendo la posición expectante que habían conseguido con tanto esfuerzo diversas generaciones de científicos argentinos.
A su regreso se acoge a la jubilación. Esto de ninguna manera disminuye su enérgica actividad y entusiasmo contagioso. Es nombrado PROFESOR EMERITO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR, distinción no alcanzada hasta el día de hoy por ningún otro docente o investigador de la Universidad.
En marzo de 1975, invocando la legislación antiterrorrista, uno de los interventores pasajeros de la universidad le prohibió la entrada a la misma. El impacto de esta acción fue extraordinario, comenta E. Ortiz. Y agrega: "todos los que lo conocimos estábamos al tanto de su oposición, durante toda su vida, al régimen de Salazar en Portugal, lo que le valió, al igual que a muchos otros compatriotas el exilio. Esta oposición estaba basada en un profundo sentido de justicia y altos estándares morales, lo que lo condujo a compartir durante toda su vida puntos de vista socialistas. No fue un hombre político, pero su alto sentido del honor le impidió siempre su complacencia con el poder. Es difícil comprender como un país que ha recibido tanto de un científico, pueda comportarse de esta forma irresponsable".
Muchos destacados matemáticos salieron en defensa de Monteiro, entre ellos Alberto P. Calderón quien logra el apoyo del Instituto Argentino de Matemática por un corto período. Luego pasó momentos ecónomicos difíciles.
En 1977, invitado por el Instituto Nacional de Investigación Científica de Lisboa, visita por segunda vez Portugal. Ocupa un puesto de Investigador creado especialmente para él, a solicitud de un gran número de profesores de Lisboa, Coimbra y Oporto. En el Centro de Matemática y Aplicaciones Fundamentales de la Universidad de Lisboa, abrió una linea de investigación en Algebra de la Lógica y efectuó una serie de exposiciones sobre sus últimos trabajos. Durante los dos años que duró su estadía su actividad fue muy fecunda, no sólo por el desarrollo de sus propias investigaciones, sino también por la orientación dada a jóvenes matemáticos que se iniciaron en su especialidad y cuyas tesis coronaron este trabajo. También dictó conferencias en la Universidad de Oporto.
En 1978 redactó una memoria "Sobre las Algebras de Heyting Simétricas", que reunía los resultados de sus investigaciones, y la que le valió el premio Gulbenkian de Ciencia y Tecnología de ese año. Fue publicada en Portugaliae Math. Vol. 39, (1980), 1-237.
De regreso a Bahía Blanca, falleció el 29 de octubre de 1980.
Bibliografía:
1) Actas del Primer Congreso de Matemática "Dr. Antonio Monteiro", Bahía Blanca, 1991.
2) Brignole, D., Prof. Dr. Antonio Aniceto Ribeiro Monteiro, Revista de la Unión Matemática Argentina 30 (1981), 65-67.
3) Cignoli, R., Antonio Monteiro, 1907-1980. Revista Colombiana de Matemática, 19 (1985), 1-8.
4) Ribeiro, H., Actuacion de Antonio Aniceto Monteiro en Lisboa entre 1939 y 1942. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, V-VII.
5) Gomes, R. L., Neves Real, L., Antonio Aniceto Monteiro E.O.C.E.M. de Oporto (1941/1944). Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, IX-XIV.
6) Nachbin, L., The influence of Antonio A. Ribeiro Monteiro in the development of Mathematics in Brazil. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XV-XVII.
7) Ortiz, E. L., Professor Antonio Monteiro and contemporary mathematics in Argentina. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XIX-XXXII.
8) Pereira Gomes, A., El regreso de Antonio Monteiro a Portugal de 1977 a 1979. Portugaliae Math. 39 (1980), fasc. 1-4, XXXIII-XXXVIII.
Este artigo foi retirado de ANTONIO A. MONTEIRO (31/05/1907-29/10/80)
Ver também a página 19 das CONFERENCIAS UMA 2000
***
[Agradeço ao Prof. Edgardo Stacco a autorização que deu para publicar este texto e o texto sobre Ruy Luís Gomes]